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El crack de la NBA Scottie Pippen está harto de que le pregunten por Michael Jordan

Scottie Pippen: “En una escala del 1 al 10, hablar de Jordan me agota un 12”


Una leyenda en Madrid

El ambiente se llena de expectación en el polideportivo Antonio Magariños, en Madrid, cuando Scottie Pippen (Hamburg, EE. UU.; 60 años) aparece con paso tranquilo y sereno. Su sola presencia capta todas las miradas. No venía a España desde los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, hace ya más de tres décadas, el mismo número que lucía en la camiseta de los Chicago Bulls, equipo con el que conquistó seis títulos de la NBA.

España siempre me ha tratado con mucho cariño”, comenta sonriente mientras se detiene a firmar autógrafos y a posar para fotos con los aficionados que se le acercan. Su visita forma parte de una exhibición solidaria dentro del All Star de la Fundación Gasol, un evento que celebra el espíritu del baloncesto.


Pregunta. ¿Cree que aún hay expectativas puestas en usted?
Respuesta. No lo creo. Mi momento ya pasó. Ahora es el turno de las nuevas generaciones, y eso me parece bien. En mi época no se buscaba que un jugador fuera una celebridad; lo importante era ayudar al equipo a ganar partidos.


P. ¿Cuál fue su mayor aporte a aquellos Bulls campeones?
R. Aporté una mentalidad de ganador. Sabía cómo hacer que todo encajara, cómo complementar a mis compañeros. Era un jugador versátil, con buena lectura del juego. Tenía justo las habilidades que el equipo necesitaba para dar el salto al siguiente nivel. Llegué en el momento justo.


P. Dentro de la cancha se entendían muy bien, pero fuera no tanto.
R. Lo esencial era funcionar en la pista. No hacía falta ser amigos, sino tener química en el juego. El baloncesto va de eso: de conectar piezas y hacer que todo funcione en conjunto.


P. En una escala del 1 al 10, ¿cuánto le cansa hablar de Michael Jordan?
R. [Sonríe]. Diría un 12. Desde que llegué a la NBA, siempre se me ha preguntado por él. Estoy acostumbrado. Todo el mundo asocia esa época con Jordan, pero me siento satisfecho de haber dejado también mi propio legado, aunque se hable de él constantemente.


P. ¿Cómo cree que se desenvolvería en la NBA actual?
R. Bastante bien. El juego ha cambiado: es más veloz, con menos contacto físico y un uso mucho mayor del tiro exterior. En los noventa era todo más físico y exigente. En ese contexto yo encajaba perfectamente.


P. LeBron James, Kevin Durant y Stephen Curry son los grandes referentes de la última década. ¿Podrían compararse con su generación?
R. Es difícil establecer comparaciones, porque las épocas son distintas. Pero son jugadores extraordinarios, igual que lo fuimos nosotros en nuestro tiempo.


P. Está incluido entre los 75 mejores jugadores de la historia de la NBA. ¿Dónde se colocaría en ese listado?
R. Entre los primeros cinco [ríe]. No, en serio… Me enorgullece estar en esa lista, aunque no creo que se pueda medir quién fue mejor o peor. Eso debe decidirlo la gente.


P. ¿Qué es lo que más le llama la atención del baloncesto actual?
R. Hay mucho talento, pero me quedo con Stephen Curry. Es el mejor tirador que ha existido. Lo que hace a su edad es impresionante. Mantiene su nivel con una facilidad increíble. Ese tipo de talento no se pierde; podría seguir jugando varios años más.


P. En los Juegos Olímpicos de Barcelona formó parte del Dream Team.
R. Fue una experiencia inolvidable. Era la primera vez que jugadores de la NBA podían participar. La diferencia con los demás equipos era enorme. EE. UU. dominaba por completo, aunque con el paso de los años Europa ha crecido mucho. Hoy el nivel es más equilibrado; ya no se puede decir que uno sea claramente superior.


Frase destacada:

“En los Juegos del 92 vimos que Estados Unidos dominaba claramente a Europa. Hoy la historia es diferente.”