Primeros pasos en el deporte
Marc Casado, nacido en 2003 en Sant Pere de Vilamajor, un pueblo de apenas 6,000 habitantes, desarrolló su interés por el deporte desde pequeño. Aunque probó el balonmano, pronto se dio cuenta de que prefería tener el balón en los pies y se inclinó por el fútbol. Inició su carrera futbolística en el Sant Celoni, pasando después al Granollers y la Damm, hasta que en 2016, con solo 13 años, llegó a La Masia del Barça.
Fichaje y apoyo familiar
Jordi Roura y Aureli Altimira, responsables de su fichaje, vieron su potencial en un amistoso entre la Damm y el Barça, destacando su sentido del espacio y colocación. Con el apoyo de sus padres, Albert y Anna, y de su hermana Laura, Casado se unió a La Masia. Desde su pueblo natal, viajaba diariamente en taxi al club, demostrando su dedicación y humildad en cada trayecto.
«En casa le hemos enseñado a escuchar y a trabajar, es muy importante», cuenta su padre, Albert Casadó, quien junto a su madre Anna y su hermana Laura ha sido un pilar fundamental en la formación de Marc. La familia siempre ha estado pendiente de que Casado mantenga los pies en la tierra, fortaleciendo su carácter discreto pero decidido. “Está recogiendo los frutos de todo”, añade Albert, recordando cómo su hijo pedía jugar en el filial cuando no tenía oportunidades en el primer equipo. La vía de la paciencia y el esfuerzo ha sido clave en su carrera, enseñanzas que Marc siempre ha valorado profundamente.

Superación de retos físicos y crecimiento táctico
A pesar de su falta de físico destacado, Casado se ganó un lugar en el equipo gracias a su inteligencia para el juego posicional. Carles Martínez, su entrenador en el Infantil A, explicó: “Un gran mediocentro es el que entiende que el objetivo es progresar”. Aunque inicialmente no se perfilaba como futuro jugador del primer equipo, su madurez y capacidad táctica lo destacaron en el Cadete B de Sergi Milà, donde comenzó a superar las expectativas.
Capitán y líder táctico en el Juvenil
En el Juvenil B, con Franc Artiga como entrenador, Casado demostró ser un líder táctico, «una extensión del entrenador», según Artiga. Su capacidad de liderazgo le llevó a ser capitán del Juvenil A en la temporada 2021-22, logrando un histórico doblete de Liga y Copa de Campeones. Durante esta etapa, Casado perfeccionó su comprensión táctica con sesiones de video, lo que mejoró su posicionamiento en el campo.
Versatilidad: el «Kimmich del Barça»
Casado es conocido por su habilidad para desempeñarse tanto de mediocentro como de lateral derecho, ganándose el apodo de «Kimmich del Barça». Su compañero Alejandro Balde fue el primero en llamarlo así, y bajo la dirección de Rafa Márquez en el Barça Atlètic, Casado se afianzó en esta versatilidad, alternando roles en defensa y mediocampo según las necesidades del equipo.
Debut en el primer equipo y adaptación a la Liga
El debut de Casado con el primer equipo se dio bajo la dirección de Xavi Hernández en la Champions League contra el Viktoria Pilsen en la temporada 2022-23. Sin embargo, en la Liga tuvo que alternar entre el primer equipo y el filial. Márquez, consciente del esfuerzo de Casado, coordinaba con el primer equipo para garantizar su descanso en los momentos clave. Casado continuó demostrando su valía en cada encuentro, con una persistencia que finalmente le abriría las puertas del primer equipo.
Consolidación bajo Hansi Flick
Con la llegada de Hansi Flick al Barça, Casado encontró una nueva oportunidad para consolidarse. Flick, consciente de su talento e inteligencia táctica, le confió el mediocampo, y Casado ha respondido con madurez, afianzándose en el primer equipo. Su contrato hasta 2028 y sus actuaciones en Liga y Champions reflejan su importancia para el equipo, destacando además en la convocatoria de la selección española absoluta.
El camino hacia la selección española
Marc Casado ha tenido que trabajarse cada oportunidad para consolidarse en el primer equipo del Barcelona. Hace solo cuatro meses, cayó en el playoff de ascenso con el Barça Atlètic, un momento difícil que lo llevó a replantearse su lugar. Sin embargo, desde entonces, Casado ha logrado escalar, pasando de esa decepción a ganarse un puesto en la selección absoluta.
Tras debutar con Xavi, Deco vio en él potencial para desempeñar el rol de Sergi Roberto en el mediocampo. Aunque el Barça intentó fichar a Mikel Merino o incluso a su ídolo, Joshua Kimmich, ninguno llegó al equipo. Flick finalmente apostó por Marc Casado, quien aprovechó la oportunidad desde su primer partido contra el Valladolid.
Desde entonces, Casado ha disputado 12 de los 16 partidos con Flick, demostrando un rendimiento excepcional tanto en la distribución como en defensa y ataque. Acumula cinco asistencias en la temporada, lo que le valió un lugar en la Sub-21, donde no jugaba desde la Sub-16. Su actuación convenció al seleccionador absoluto, De la Fuente, quien buscaba un mediocentro confiable, lo que culminó en su primera convocatoria con la selección española.
Equilibrio y humildad
A pesar de su éxito, Casado mantiene un estilo de vida discreto y humilde. Cada vez que puede, regresa a su pueblo natal, Sant Pere de Vilamajor, donde encuentra el equilibrio que necesita. Su familia sigue siendo su pilar, apoyándolo y ayudándolo a mantener la autenticidad en cada paso de su carrera.